Almácigos caseros

Hay muchas plantas que necesitan ser sembradas en almácigos para luego, cuando estén más grandes y fuertes sean transplantadas a su macetero definitivo o tierra directamente. Normalmente los almácigos se pueden encontrar en tiendas de jardinería y son bastante accesibles, pero en estos tiempos no siempre podemos salir…

Así que les traigo algunas maneras más cercanas de crear o fabricar almácigos sin necesidad de salir de nuestra casa y con materiales reciclados.

  • Envases de yogurt: Una simple manera de reciclar el plástico que consumimos es utilizarlos para almácigos, desde vasitos de yogurt hasta cajas de jugo pueden servir. Es muy fácil y doy por hecho que funciona, sólo debemos poner tierra adecuada, hacer un pequeño agujero con el dedo o un palito, poner nuestra semilla y tapar nuevamente con algo de tierra. Para drenar mejor el agua se recomienda hacer algunos agujeros en la parte inferior del vaso con una aguja o similar.
  • Conos de papel higiénico: Este método es muy eficiente, pues estamos dando un segundo uso a algo que normalmente se deshecha al instante. Tan simple como hacer unos cortes verticales de un extremo del conato hasta casi la mitad, se doblan hacia el centro dando una forma de «maceta» y listo se rellena con tierra repitiendo el proceso de sembrado. Este almácigos se puede plantar directamente a tierra cuando la planta esté grande, pues es biodegradable y se adapta rápidamente al terreno definitivo de la planta.
  • Cajas de huevo: Un elemento común en nuestras cocinas es el huevo y sus a veces molestos envases. Pero les podemos dar otra vida como almácigos. Siguiendo la misma técnica anterior: poner tierra, hacer un agujero, poner la semilla, tapar con tierra. Al ser también biodegradables, luego de crecer las plantitas, podemos ponerlas a tierra directamente junto con el almácigo o cortar en secciones y distribuir al gusto, o simplemente sacar las plantas del almácigo.
  • Cáscara de huevo: Para continuar con el recurso, podemos también utilizar el cascarón del huevo, siendo éste una gran fuente de minerales y nutrientes para nuestras semillas, es biodegradable por lo que su traslado al terreno definitivo de la planta es muy sencillo, sólo poner el almácigo en el lugar deseado cuando la planta esté suficientemente grande para adaptarse al clima. La cáscara de huevo se utiliza también como sustrato, pero de eso hablaremos en otro post.

Un comentario en “Almácigos caseros

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar